Problema a solucionar: «Mi hijo a veces se disculpa solo porque se lo pido, pero quiero que aprenda a hacerlo de manera sincera.»

Desarrollo: Pedir disculpas genuinas es una habilidad que implica empatía y responsabilidad. Es importante enseñar a los niños que una disculpa no es solo una palabra, sino una forma de reparar el daño emocional que puedan haber causado.

Ejemplo de problema: Tu hijo empujó a otro niño durante una cita de juego y, aunque se disculpó después de que se lo pediste, no parece haberlo hecho de manera sincera.

Solución:

1. Explica el propósito de las disculpas: Ayuda a tu hijo a entender que pedir disculpas es una forma de reparar el daño emocional. «Cuando pedimos disculpas, estamos diciendo que entendemos cómo se siente la otra persona y que no queríamos lastimarla.»
2. Fomenta la empatía: Pregúntale cómo cree que se sintió el otro niño. «¿Cómo crees que se sintió tu amigo cuando lo empujaste? ¿Qué podrías decirle para que se sienta mejor?»
3. Modela las disculpas sinceras: Sé un ejemplo de disculpas genuinas. «Hoy cometí un error en el trabajo y me disculpé con mi compañero. Le expliqué que no quería hacerle sentir mal.»

Con estas estrategias, tu hijo aprenderá a pedir disculpas de manera sincera y a valorar el impacto de sus acciones en los demás. 💬❤️