Problema a solucionar: «Siento que mi hijo no valora lo que tiene y me gustaría que aprendiera a ser más agradecido.»

Desarrollo:
La gratitud es una habilidad que se cultiva, y cuando los niños aprenden a ser agradecidos, valoran más lo que tienen y las experiencias que viven. Enseñar a tu hijo a practicar la gratitud de manera cotidiana puede mejorar su bienestar emocional y sus relaciones con los demás.

Ejemplo de problema: Tu hijo recibe regalos o tiene experiencias agradables, pero no parece apreciarlos del todo y pide más sin mostrar gratitud.

Solución:

1. Crea un ritual diario de gratitud: Al final de cada día, comparte con tu hijo algo por lo que estés agradecido y pídele que haga lo mismo. «Hoy estoy agradecido por el tiempo que pasamos juntos. ¿Qué te hizo sentir agradecido hoy?»
2. Modela la gratitud en situaciones cotidianas: Agradece de manera genuina cuando alguien te haga un favor o te ofrezca algo. «Gracias por ayudarme a poner la mesa, lo aprecio mucho.»
3. Elogia los gestos de gratitud: Refuerza el comportamiento cuando tu hijo exprese gratitud por sí mismo. «Me encantó cómo agradeciste a tu amiga por prestarte el juguete, eso fue muy amable.»

Con el tiempo, tu hijo aprenderá a practicar la gratitud de manera genuina, lo que le ayudará a apreciar más lo que tiene y a ser más consciente del mundo que le rodea. 🙏💖